La época de Navidad es un festín para los vendedores. Las personas se vuelven menos resistentes a realizar compras. Ya que el gasto financiero adquiere un valor emocional mayor.
Sin embargo, al mismo tiempo que las personas piensan en comprar, los competidores tienen todo preparado para iniciar las ventas. Porque el consumidor tiene su propio tiempo, es importante saber cuál es el momento adecuado para dar el start.
¿Por dónde comenzar?
¡Conoce el momento adecuado! No esperes a que los competidores comiencen para que tú los copies. Inicia un poco antes, para familiarizar a los clientes con esta novedad. Así, recordarán tu producto cuando llegue el momento de comprar.
Investiga cómo fue representado tu nicho el año pasado por empresas similares en esta época. De esta manera, evalúa los resultados y aprende de los errores de los demás. Copia lo que sea bueno, pero no olvides darle el “toque de tu empresa”.
Ten bien definido a tu público para ser asertivo en el marketing, y estúdialo profundamente para comprender los desencadenantes mentales que podrás usar. Además, ten en mente la “magia de la Navidad”, porque solo podrás dar a los consumidores aquello que tú tienes.
Poniendo en práctica
Especialmente en estas fechas, es importante que proporciones una experiencia al consumidor. Recuerda que la Navidad no es solo una oportunidad de ventas, es significativa para tus clientes y eso debe ser valorado. Por tanto, ¡sé creativo, divertido, emociona!
Difunde tu idea. Cuenta con carteles, redes sociales, realiza un sorteo o algo que haga que tu empresa se destaque. Lo ideal es que los consumidores crean que, si van a tu empresa, tendrán algún tipo de ventaja.
La divulgación se vuelve aún más interesante cuando la empresa muestra que se preocupa por el propósito de Navidad. De esta manera, la empresa construye una personalidad cautivadora. Es posible pensar en alguna acción interna que la empresa pueda hacer como acto voluntario.