Implementar una tarjeta de descuentos puede ser una excelente estrategia para atraer clientes, especialmente aquellos que buscan ahorrar en sus compras. A diferencia de una tarjeta de beneficios, que ofrece una gama más amplia de ventajas — como puntos de fidelidad, acceso exclusivo o cashback — la tarjeta de descuentos se centra en ofrecer reducciones de precio directas e inmediatas. Esta simplicidad la hace altamente atractiva para consumidores que priorizan el ahorro directo.
Pasos para Implementar una Tarjeta de Descuentos
Organización simple
Comienza decidiendo el valor o porcentaje de descuento que se ofrecerá. Esta definición debe considerar el equilibrio entre el deseo de atraer clientes y la sostenibilidad del negocio. Para algunos productos o servicios, un descuento del 5-10% puede ser suficiente para llamar la atención; en otros casos, descuentos mayores (como 20-30%) pueden ser más atractivos. En una tienda de ropa, por ejemplo, la tarjeta puede ofrecer un 15% de descuento en piezas de colecciones pasadas y un 10% en lanzamientos. Esta estrategia incentiva al cliente a explorar todo el inventario.
Estructura los descuentos de acuerdo con categorías o tipos de productos, para dar más control financiero y segmentar la oferta. Artículos con alto margen de ganancia pueden recibir descuentos mayores, mientras que productos de menor margen o alta demanda pueden tener un porcentaje menor. Un supermercado puede ofrecer un 5% de descuento en alimentos frescos y un 15% en productos no perecederos con alto margen de ganancia. Así, el cliente tiene un incentivo para adquirir una variedad de productos con descuento.
Estrategias elaboradas
Crea una estrategia de descuentos progresivos para recompensar clientes frecuentes, incentivando compras repetidas. Esto se puede hacer con un aumento en el porcentaje de descuento basado en el número de visitas o compras realizadas por el cliente. En un salón de belleza, la tarjeta de descuentos puede ofrecer un 5% de descuento en la primera visita, un 10% en la segunda y un 15% en la tercera, incentivando la lealtad y aumentando el retorno de los clientes.
Otra estrategia eficaz es ofrecer descuentos limitados a días o horarios específicos, atrayendo clientes en momentos de menor movimiento. Esta práctica puede ayudar a distribuir mejor el flujo de clientes y aumentar las ventas en períodos ociosos. Un restaurante, por ejemplo, puede ofrecer una tarjeta que da un 10% de descuento en comidas durante los días de semana, fuera del horario pico. Esto incentiva a los clientes a visitar el establecimiento en días y horarios menos concurridos.
Usa la tarjeta de descuentos para aprovechar momentos estacionales, como fiestas de fin de año, Black Friday o cambio de estaciones, ofreciendo descuentos exclusivos en estas ocasiones. Además, considera asociaciones con otras empresas para expandir las ventajas de la tarjeta, ofreciendo descuentos en diversos establecimientos. Un hotel, en asociación con un spa local, puede ofrecer una tarjeta de descuento que da un 20% de descuento en estadías y un descuento adicional del 10% en el spa para los huéspedes.
Beneficios de la Tarjeta de Descuentos
Un programa de tarjeta de descuentos puede ser implementado rápidamente y permite una fácil adaptación de los porcentajes o condiciones de descuento. Su simplicidad es un punto de atracción, especialmente para clientes que valoran el ahorro inmediato. Además, el control sobre qué productos, categorías o días de uso del descuento permite que la empresa regule mejor los costos de esta estrategia, evitando pérdidas.
Implementar una tarjeta de descuentos es, por tanto, una forma práctica y eficaz de conquistar nuevos clientes, mantener clientes recurrentes y gestionar los resultados financieros de la empresa con claridad y flexibilidad. Si quieres empezar ahora mismo a aplicar esta forma de fidelización práctica y eficiente en tu empresa, accede a Smartbis ahora mismo!