Es la primera vez que un consumidor entra en contacto con tu negocio, ¿sabes qué hacer para que regrese y se convierta en un cliente recurrente? Ya sabemos que la calidad y el precio deben coincidir, pero ¿qué más se puede hacer además de eso? Mira a continuación.
Sé amable y empático
Es importante que el cliente perciba que te importa el problema que quiere resolver. Entonces, muestra tu lado humano además del lado vendedor.
Si está pasando por algo que ya viviste o si conoces a alguien que ya lo vivió, cuéntale cómo fue. Así, construirás un vínculo de confianza.
Entiende lo que quiere
El cliente rara vez quiere el producto por sí mismo. Generalmente, el producto tiene un sentido personal y afectivo para él. Si una persona busca un producto de belleza, puede estar buscando autoestima, entonces brinda eso en tu atención.
Confort, agilidad, practicidad... Son deseos ocultos (no tan ocultos) detrás del producto/servicio que ofreces. Aprende a tener sensibilidad para entender lo que realmente quieren.
No seas solo uno más
Si tu empresa es común, no tendrá nada especial que haga que el cliente regrese o, al menos, se acuerde de ella. ¡Necesitas destacarla! Para eso, ten un diferencial que combine con tu identidad.
Este diferencial generalmente está en el ambiente, al ofrecer un té, poner un ambientador en el aire, hacer un masaje (depende del servicio local), ofrecer algún obsequio... La lista es interminable. Simplemente recuerda tener creatividad para ofrecer algo interesante.
Participa en un club de fidelidad
Participando en un club de fidelidad, el cliente sentirá que va a ganar algo más. Es como si fuera premiado por comprar algo contigo.
Así, los beneficios que ofreces no se limitan a tu negocio, superando barreras en las que muchos negocios todavía están estancados. El cliente siempre te recordará, después de todo, sabe que tiene mucho que ganar.
Domina tu negocio
Ser un profesional seguro. Tu seguridad será sentida por tu cliente, quien confiará más en tu capacidad. No importa el área en la que te desempeñes, ¡la seguridad es una llave que abre muchas puertas!
Estudia, mantente informado y ejercita tu comunicación. Así, podrás transmitir mensajes claros y seguros al cliente que te busca.
No ignores el posventa
¡Este es el mayor error de todos! Muchos profesionales lo olvidan. El cliente necesita saber que te importas por él y que no fuiste amable solo para vender.
Entonces, si es posible, ponte en contacto con ellos después, ya sea por correo electrónico o redes sociales. Pregunta qué piensan del producto/servicio y cualquier otra cosa que creas necesaria.